sábado, 1 de diciembre de 2012

Los poemas y los meses

             Charmes (1922) - Paul Valéry

Le Sylphe

Ni vu ni connu
Je suis le parfum
Vivant et défunt
Dans le vent venu !

Ni vu ni connu
Hasard ou génie ?
À peine venu
La tâche est finie !

Ni lu ni compris ?
Aux meilleurs esprits
Que d’erreurs promises !

Ni vu ni connu,
Le temps d’un sein nu
Entre deux chemises !

---ooo---

El Silfo

Desapercibido
Yo soy el perfume
Vivo y fallecido
¡Qué en el viento viene!

Desapercibido
¿Casual o genial?
Apenas venido
¡Cumplido está el fin!

¿Desconocido?
¡Las falsas premisas
de los más agudos!

Desapercibido,
¡Un seno desnudo
entre dos camisas!


viernes, 30 de noviembre de 2012

Hoy no tengo nada que decir,entonces callo

¿Cuánto hubiéramos dado para que  nuestro Presidente(1) hubiera leído el Tractatus de Wittgenstein hasta la última línea? Así sabría que "de lo que no se puede hablar, mejor es callarse"; o aun, sin saberlo, podría practicarlo. Silencio, silencio,...
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(1)La comparación entre sus promesas y sus acciones es definitiva, no admite comentario ulterior.

martes, 16 de octubre de 2012

La pregunta inane

El hombre Kant, mantenía que es posible plantear preguntas que no se saben responder; el hombre Mas mantiene que sabe plantear preguntas que no se pueden responder.
El hombre Mas, sabe que una pregunta del tipo ¿desea usted que Cataluña sea independiente de España?, daría más de un quebradero de cabeza al consultado, y quizá, al no ser sencilla la respuesta, aquél no supiera como contestar.
Tal vez por ello, el hombre Mas, prefiere un pregunta del tipo ¿desea usted que Cataluña sea un nuevo Estado de la UE?, a sabiendas de que ésta no puede ser respondida por el consultado.

¡Qué distintos, a priori, el hombre Kant y el hombre Mas!

viernes, 28 de septiembre de 2012

Determinación de la autodeterminación

Nada es eterno—'todo fluye' mantenía Heráclito—: Cataluña, España; tiene razón el Sr. Mas cuando dice que hay cierto hastío recíproco. Además, igual que algo fue puede dejar de ser; suele ser así.

Lo importante es que fijemos, a priori, unas reglas claras, hagamos la consulta y cumplamos, sin estridencias, su mandato. Sin más.

No me cabe duda de que Cataluña tiene derecho a la autodeterminación para decidir si quiere ser independiente o quiere seguir formando parte de España. Del mismo modo que ésta, sin aquella, tiene derecho a  la determinación de  si deben continuar o no en el Estado común.

Es simple, la consulta es doble: los unos sobre la autodeterminación y los otros sobre la determinación y la conclusión una disyunción no excluyente. Si los unos deciden ser independientes, sean; si deciden no serlo, entonces los otros decidirán si lo son o no. 

viernes, 31 de agosto de 2012

Verano del 69

Espera Neil, aún veo la luz encendida… Ahora, rápido, ya te dije que antes o después tendrían que acostarse. Baja, ¡con cuidado!, nos hacemos unas fotos y nos vamos.
Neil, se nos ha hecho tarde, deberíamos inventar una buena excusa. Se van a enfadar con nosotros.¡Oye, y si les decimos que nos perdimos en la Luna!

sábado, 18 de agosto de 2012

Free Pussy Riot

Madre de dios, Virgen, ¡líbranos de Putin!, ¡líbranos de Putin! ¡líbranos de Putin!
¡Negra sotana, hombreras doradas!

Todos los niños del cura se arrastran para hacer una reverencia.
El fantasma de la libertad en el cielo.
Los homosexuales se envían encadenados a Siberia.
El líder del KGB es vuestra más alta Santidad.
Encierra en prisión a los manifestantes.
Para no disgustar a los santos
las mujeres deben parir y amar.


¡Basura de Dios, basura, basura! ¡Basura de Dios, basura, basura!


Madre de Dios, Virgen, ¡hazte feminista, hazte feminista, hazte feminista!


Alabanza eclesiástica al líder podrido, cruzada de limusinas negras.
A la escuela viene el cura, ve a clase, llévale dinero.
El patriarca cree en Putin.
Mejor debería, perro, creer en dios.
El cinturón de la Santa Virgen no impide las manifestaciones
¡La Virgen María está con nosotros en las protestas!


Madre de Dios, Virgen, ¡líbranos de Putin! ¡líbranos de Putin! ¡líbranos de Putin!

                                                        --ooo--
irreverente.
(Del lat. irrevĕrens, -entis).
1. adj. Contrario a la reverencia o respeto debido. U. t. c. s.

reverencia.
(Del lat. reverentĭa).
1. f. Respeto o veneración que tiene alguien a otra persona.
2. f. Inclinación del cuerpo en señal de respeto o veneración.
3. f. Tratamiento que se da a los religiosos condecorados o de cierta dignidad.
                    Real Academia Española © Todos los derechos reservados

jueves, 2 de agosto de 2012

e-Book


No sé cuando ha ocurrido, creo que esta mañana a primera hora, antes de desayunar. Estaba impaciente, dormí poco, estuve toda lo noche escribiendo, con una caligrafía excelente. Por fin he conseguido vislumbrar el e-book que anhelo. Voy corriendo a buscarlo, antes del mediodía lo tengo.

En la primera librería no me entienden: si quiero un café, me invitan encantados (en el bar de enfrente) pero me advierten que ellos no venden electrodomésticos. En las siguientes escuchan con atención mis explicaciones, mueven la cabeza y encogen los hombros. Incluso en una de ellas me recomiendan dejar de leer, sobretodo si me empeño en ser tan caprichoso.

Estoy casi derrotado, debo estar loco, vuelvo a casa. He dormido mal,  pero era tan real:

“El vagón de metro, medio lleno; más mujeres—alguna, atractiva— que hombres, más lectura que bostezos. De su bolso sacó una especie de agenda, parecía un cuaderno de esos de tapas de cuero o así (como las moleskine), con no más de  cuatro o cinco páginas que pasaba, a su antojo, de atrás hacía delante y a la inversa.
Me intrigó, me acerque. Era un libro, estaba leyendo sobre un e-book. No podía creerlo era la primera vez que este artilugio me llamaba la atención. Hasta ahora los ignoraba, los veía inevitables pero insulsos. Éste, me gustó.
Las tapas, las páginas—pensé que de grafeno o siliceno—maleables, permitían la lectura a doble cara, simulando un libro abierto. Un momento después hizo ademán de subrayar o anotar algo con una estilográfica; allí quedo algo registrado sin derramar gota de tinta alguna.
Al ver que la miraba me dijo: ¿qué te parece? Y tiene diccionario y puedo anotar, mira...,como una libreta. ¡La deseé!”

¿Será un sueño?


viernes, 27 de julio de 2012

Siempre pensé de él otra cosa


Después de leer varias veces la respuesta del ministro de Justicia, a la pregunta sobre la legislación del aborto, en su entrevista en LA RAZÓN he llegado a la conclusión de que se le ha mal interpretado.

Apunta que la experiencia—no estaría de más que aportará los datos de la misma—demuestra que la anterior ley de supuestos, por la que ahora aboga, debe ser revisada. Y aquí está la ambigüedad y el error de entendimiento, puesto que la revisión no se hará minorando el derecho al aborto, sino dejándolo tal y como está en la ley de plazos.

Me explico, cuando dice: …“No entiendo que se desproteja al concebido, permitiendo el aborto, por el hecho de que tenga algún tipo de minusvalía o de malformación.”…Lo que afirma es—que a su entender— no hay desprotección por el hecho de permitir el aborto en caso de minusvalía o malformación.

Más adelante al decir: …“Me parece éticamente inconcebible que hayamos estado conviviendo tanto tiempo con esa legislación.”…Claramente se refiere al largo periodo de la vigencia de la ley de supuestos, no a la brevedad de la ley de plazos.

Y finalmente, todo se revela con  la expresión: …“Y creo que el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos.”  Es decir que, aplicando la ley de supuestos que voy a recuperar matizada por la ley de plazos que voy a derogar, el nivel de protección será el mismo para uno u otro concebido.Tal y como ocurre hoy.

Y es que al mezclar: experiencia, no entendimiento, ética y creencia pasa lo que pasa; que deja uno de tener aspiraciones de ser Presidente del Gobierno o las dilapida.

martes, 19 de junio de 2012

El lenguaje sexista y el silencio

La ventaja de la edición impresa, sobre la digital, es que se puede recortar lo que te interesa o lo que te sobra. Gracias a ello, he conseguido que el editorial ‘Lenguaje sexista’ del pasado domingo 11 de marzo de 2012 de EL PAÍS sea coherente, evitando, en lo posible, que su certero diagnóstico fuera malentendido dado que, al parecer, los sillones de su empresa editora son patrimonio casi exclusivo de los hombres—casualmente, debajo del editorial figura la relación de los principales cargos directivos del mismo—y entre sus dieciocho miembros más destacados sólo hay dos mujeres.

En sus manos está corregir tan inaceptable desproporción y hacer que de verdad—en su ámbito, al menos— el nombre sea arquetipo de la cosa. En caso contrario, siguiendo a Wittgenstein, prefiero el silencio: “De lo que no se puede hablar, mejor es callarse”

jueves, 26 de abril de 2012

Simple, simple; no hay casi nada

Todo le parecía sencillo, ¡qué error!  Hablar, decir sin decir; pensar sin ideas, silencios:
"El sentido común es la cosa mejor repartida del mundo: porque cada uno piensa que está bien provisto de esto mismo, e incluso los que son más difíciles de satisfacer en cualquier otra cosa no tienen costumbre de desear más del que tienen"(*)
En su soledad pensó: ¡Maríaaa,...,no! Sosiégate, la próxima mano las juegas sin descartes.
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(*) René Descartes, inicio de "El discurso del método"

miércoles, 21 de marzo de 2012

Están, ¡qué se salen!

… o ¡qué no entran! Siempre en el límite—entre dos reinos—, transitando del uno al otro: la apostasía, la selección de embriones, el aborto, la familia,…Nada escapa de su ámbito y para todo existe una interpretación.

La crítica clásica suele venir, más de un vez , por el lado de la ciencia. No es significativa; no tiene futuro—no la ciencia, sino la crítica—en breve volverán a delimitar dicho ámbito, dado que este avance no llega al conocimiento último de lo humano. Podrán intercalar hipótesis, como en ocasiones anteriores—sistema copernicano, teoría de evolución, etc. —, que permitan conciliar lo que conocemos empíricamente con la trascendencia.

Sin embargo, dieron un salto cualitativo, verdaderamente novedoso, radical con la respuesta dada por el Arzobispado de Madrid a María José— ¡Jesús!, en este caso:…el nombre no es arquetipo de la cosa…— ‘la apóstata’.(*)

Al vincular la partida de bautismo al hecho histórico—intrahistórico que diría don Miguel— de la administración del bautismo sustrayéndola toda significación religiosa, han equiparado, tal asiento, a la mera anotación de eventos en nuestro historia particular. Así pues, igual que nos diagnosticaron paperas o sarampión— o, en el mejor de los casos, fuimos vacunados— y ello fue reflejado en nuestro historial médico, nos bautizaron. Y ¿a quién se le ocurriría renunciar a sus paperas, a su sarampión o a sus vacunas? ¿Acaso la vacunación garantiza la inmunidad vitalicia?

Lo que no se entiende del todo bien es por qué en este asunto del bautismo, central para los cristianos, la documentación, el expediente se presenta como algo—hipotética, contingentemente— volátil, efímero, mientras que se pretende que la transmisión de la enseñanza religiosa quede fija y definitiva en el expediente académico del alumno.
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(*) Respuesta dada, ante la solicitud de apostasía de Maria Jesús, por el Arzobispado de Madrid en el año 2009.Recuperamos el texto por la expectativa que nos generan las últimas noticias sobre el bosón de Higgs; así como las hipotéticas manifestaciones de la Iglesia.

martes, 13 de marzo de 2012

Día a día

Para trabajar, cuando diariamente trabajo como trabajador en un trabajo que, no siendo muy trabajoso, cuesta trabajo trabajarlo, cojo el metro. Es el momento menos cansado—casi tres horas, ida y vuelta—, más gratificante,aunque siempre la misma, la gente que encuentro es distinta cada día, y más relajado: al ir, todavía no he llegado allí, y lo demoro; al volver, ya no estoy allá, y no lo rememoro.

Pero no me malinterpreten, me gusta mi trabajo, si no fuera por él, además de no madrugar, no descubriría estos instantes, esos momentos—cuán complejo y sencillo es el suburbano— que son el preludio y las postrimerías diarias de mi trabajo y que, por cierto, me permite no escuchar—a nadie—, no hablar—con nadie—.No decir ni escuchar, lo ya dicho, lo ya oído, una y otra vez innecesariamente.

sábado, 10 de marzo de 2012

La sonrisa

Hoy sí, hoy entro, no como el otro día, que deserté a menos de veinte metros. Además, voy a comprar un billete—un metrobus—, para ir documentado, sin problemas. Tengo monedas sueltas. Me gustan las monedas cuando están nuevas aunque no tanto como los billetes de cincuenta euros, incluso viejos.

Me acerco a la máquina (mi misantropía me aleja de la taquilla). Una moneda para dentro, otra,…, sólo faltan treinta céntimos. Última moneda: entra y sale. Otra vez, ahora con efecto, tampoco: entra y sale. La máquina se enfada; imperativa: ’Recoja su cambio’; devolución cual premio mayor de tragaperras—música para un reintegro: seis euros en monedas de cinco y diez céntimos.

Resignación. La taquillera se asombra, se interesa: ¿y eso?; cuenta, me pide lo que falta y me da mi billete. Mientras sonríe, se disculpa—¡estas máquinas!—y me saluda. Adiós, muy amable...y sin volverme murmuro: "Llegarán a pensar pero,…, ¿podrán sonreír?"

miércoles, 7 de marzo de 2012

Despistado

Algo cansado, al levantarme no tuve sensación de haber dormido suficiente. La ducha, inconsciente; afeitarme, temerariamente; el desayuno—sólo café solo—, sin ganas. Iba a salir de casa—ruido de una puerta—, espero. No me apetece saludar. Ya, ahora despacio. Camino del metro el aire me despeja, comienzo a sentirme bien. Voy callejeando cada vez más animado. Veo la boca del metro dos calles más allá, estoy llegando. Cambia el semáforo, sólo tengo que cruzar, inexplicablemente tomo la primera a la izquierda, sonrío, sueño, escapo. Siempre quise hacer esto un día: antes de llegar, perderme.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Anonimato en la Red

Las relaciones humanas, las ciencias sociales no son ajenas al resto de nuestra actividad; así van evolucionando—es difícil saber con qué ritmo—con el resto de nuestro saber y conocimiento. Desde los inicios del pasado siglo los avances en física (teoría de la relatividad y mecánica cuántica) provocaron un cambio radical en nuestro modo enfrentarnos al mundo. El conocimiento dejo de ser intuitivo—ya no es plausible hacernos una idea sencilla de su funcionamiento— y la estadística fundamenta muchas de los resultados de los que observamos. Vemos el patrón resultante pero no comprendemos el por qué.

Y esta situación, dada en la ciencia, no la ha hecho más vulnerable; es más hoy explicamos mejor lo que ocurre que el Renacimiento, aunque nuestro mundo no sea tan determinista, tan mecanicista. Hemos aprendido a diferenciar entre el saber del mundo macroscópico y del microscópico; y en cada uno interpretamos de una manera—bien es cierto que los sabios nos aseguran que las rarezas del funcionamiento están en ambos, aunque para nuestra tranquilidad sólo lo microscópico nos perturba, de momento.

En el ámbito de la física cuántica sabemos que existe el ‘principio de incertidumbre’ que en términos legos es algo así como que: de una partícula no podemos al mismo tiempo su ubicación y su velocidad y, además, qué si hiciera algo por conocerlo, la perturbaríamos de tal manera que variaría su comportamiento.

Entiendo que, cada vez más, este modelo se va trasladando a las ciencias sociales—sociología, política, comunicación,…— y buena culpa de ello tiene la digitalización. Somos más individualistas, más autónomos pero al estar mejor comunicados, al interactuar más (similar a las partículas subatómicas) nuestro comportamiento es visible en el patrón resultante.

Además, el comportamiento en lo real y el lo virtual es distinto. El modo de darnos, de enfrentarnos a los demás no es comparable. En el mundo real, cuando proferimos algo nuestro alcance es limitado. Vemos, conocemos al interlocutor y nuestro yo se matiza en nuestro decir, ponderando hasta que punto quiero decir la verdad (correspondencia entre lo dicho y lo pensado). Mientras que el mundo virtual en vez de ponderar lo dicho, matizamos la identidad utilizando el seudónimo. 

Podríamos decir entonces que existe una especie de ‘principio de incertidumbre’ en el mundo virtual basado en el anonimato. No podemos conocer al mismo tiempo quién profiere y que grado de verdad—entendida como dijimos antes— ofrece cada sujeto. Y, además, cuándo intentamos saber quien es variamos su comportamiento y deja de ser quien o deja de decir lo que dice.

sábado, 25 de febrero de 2012

Reflexión

Hay algo solemne, grandioso en la estancia. La enormidad y rigidez de las columnas se enfrentan a este hombre menudo y flexible. Quien viera la imagen como una partida diría que juega porque otro jugó antes; en esta lid nunca tuvo la iniciativa.

En sus manos, entre ambas, está la batalla, pero no sabe que hacer con ellas; las reposa cercanas y enfrentadas, sin comunicación: la una, cansada pero arriba y acomodada; la izquierda, abatida, casi derrotada, en el filo del abismo. La reflexión se intuye, no hay ruidos: la sutil ventaja (de la calidad; ¿quién pudiera ver el encuentro desde arriba?) le reconforta; aunque cierta desconfianza le dice que no va a ser suficiente.

Manuel azaña 4

La butaca le constriñe— ¿quiere él escapar?—, le obliga a intentar cuadrar el círculo: el damero sobresale inevitable de la base y hay trebejos, sin escaques asignados, que ya juegan otro juego. Todo fluye en su cabeza y lo retiene: ¿frente a qué?— ¡él si sabe quien es a quien en esta historia—;¿desde cuándo? Su problema es que esta vez ha olvidado—como Zenón cuando se indispuso contra Aquiles—que el reloj, que no vemos en la mesa, va marcado el tiempo de una contienda cuyo fin, de un modo u otro, no es lejano.